lunes, 29 de marzo de 2010

Un trono para Abel Moreno

Este Domingo de Ramos ya lo habíamos vivido. Ese sol, la luz cegadora que abraza, la alegría de los niños en las calles, la gente con sus vestidos nuevos. La cita era con La Paz. Cuando era un jovenzuelo, antes de que llegara al Parque ya estaba allí para verla cruzar bajo las sombras. Nada ha cambiado. Incluso lo que nos gustaría que fuera de otra forma, sigue igual. Ya en el Parque aparecían nazarenos fuera de las filas, cansados, ahogados de calor. Son niños. Pero, ¿qué hacía una señora con una vara caminando junto a las hileras de nazarenos? Es una vara que acompaña a un guión, por tanto, una vara de adulto. No hace mucho, cuando un nazareno salía por alguna cuestión inevitable, la vara o el cirio se le dejaba a un compañero.

Pero es La Paz. Por el Parque, la nazarena banda de Santa Ana toca “La Paz por el Parque”, una marcha con el sello de Paco Lola. Lo mejor está por venir. Al llegar al foso de la Universidad, la banda se arranca con Virgen de las Angustias, con las notas del Gaudeamus Igitur, en homenaje a la Virgen de los Estudiantes. Todo un detalle de categoría que tendría continuidad en el Postigo cuando fue Caridad del Guadalquivir la que atronó el espacio en honor de la Caridad baratillera que espera el Miércoles para derrochar gracia y sevillanía. Lo que fue una pena es que en la Campana la misma banda destrozara Coronación Macarena. Seguro que Pedro Braña enfureció desde los cielos.

El detalle de tocar la marcha de universitaria, obra de Abel Moreno, recuerda de forma inevitable lo que le ha pasado al compositor de Encinasola este año. Según ha contado, la remodelación de la Campana le ha hecho perder sus sillas. Se ha quejado. Siempre he pensado que Sevilla no le ha rendido el homenaje debido a Abel Moreno. Lo más que hace es llamar de Caín Moreno a las marchas malas que se interpretan. Ahora lo dejan sin sillas. Sus marchas tan cofradieras son santo y seña de la música en la Semana Santa de Sevilla. Y sólo por haber compuesto La Madrugá, Abel Moreno merece un trocito de cielo en Sevilla. Será por sillas... Al músico hay que darle un trono para que vea pasar las Hermandades, que irán acompañadas por marchas salidas de su imaginación.

En cuestiones musicales la Semana Santa se ha globalizado. Al palio de Jesús Despojado le acompañaba una banda de Valverde del Camino, que tocó Virgen de la Estrella en la Campana. Menos globalizado me parece lo de las Agrupaciones, que este año, de momento, han vuelto con Alma de Dios, xilófonos y campanitas. No me gusta el asunto por muy bien que anden los pasos al son de gaitas gallegas.

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