domingo, 21 de marzo de 2010

El pregón de los silencios

El pregón será distinto a lo que muchos esperan. Así lo había anunciado en una entrada anterior de este blog. Y ha sido, ciertamente, distinto. Conociendo como conozco al pregonero, me gustaría ahora desentrañar por qué ha elegido un pregón con este fondo y esta forma. Es posible que haya querido demostrar que no sólo está capacitado para un discurso alegre y festivo sobre las cofradías. A un poeta de esa magnitud le resultaría muy fácil escribir una sucesión de versos cantando a todas las Hermandades. Y hubiera salido a hombros del Maestranza. Pero ha elegido un texto personal, donde no ha ocultado su nacimiento y vivencias en un pueblo, incluso ha recordado su escasa afinidad con la Semana Santa, pero ha cantado sus dudas en relación con Dios. Como texto profundo, de intencionalidad precisa en cada palabra, perfecto. Ha sido una meditación sobre el hombre en su relación con el Ser Supremo. Y también un canto a Sevilla, a esa joven a la que le ha dedicado buena parte de su discurso. También ha sido el pregón de los silencios. Ni un aplauso en más de una hora de disertación. No ha dejado ni un resquicio para que surgieran las palmas.

No sé si hay un canon de obligado cumplimiento en un pregón. Es posible que sí, que haya unas normas que todos pensamos que son obligatorias. Hay que tener mucha fuerza en la palabra para subir al atril del Maestranza y no mencionar a ninguna Hermandad de Sevilla. Ha sido una contrariedad para los capillitas, que ahora susurran por las esquinas de Sevilla criticando de forma abierta lo que han escuchado, aunque son los mismos que luego tiene la falta de decoro de decirle al pregonero que se les ha caído la baba con sus palabras. Es la doble cara de Sevilla.

Algunos le han dicho cateto (pobres de espíritu, porque si utilizan la palabra como desprecio, de los catetos en el reino de los cielos). Le dirán más cosas, pero no conocen a Antonio. Lo dicho, dicho está. El que quiere entender, que entienda. Sólo dos objeciones. De un lado, ha sido una pena no escuchar el pregón folklórico que esperaban muchos. Porque hubiera sido una revolución. En este sentido, Barbeito le debe otro pregón a Sevilla. Y la segunda objeción, que esa corbata era un petardo glorioso. Si al menos hubiera sido verde...

1 comentario:

  1. Pregon del Cernuda íntimo que es Barbeito, Pregon que es teología de la morada interior del alma.

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