domingo, 28 de marzo de 2010

Amor, siempre Amor

Vivirás emociones esperadas y soñadas durante un largo año. Cuando aparezca el primer nazareno, con la voz entrecortada dirás, “¡Un nazareno! Yo lo ví. primero”. Será de túnica blanca, que con su capa airosa camina hacia el Porvenir muy temprano. Más fuerte será tu sentimiento cuando ese chiquillo de pocos años corra hacia el nazareno y le diga: "Nazareno, dame un caramelo". Volverás a sentir que todo sigue igual que hace muchos años, cuando eras tú mismo quien pedía el caramelo o pleiteabas con tus hermanos en una disputa irreal par ver quién era el que vio el primer nazareno.
Pero han cambiado las cosas. La vida te ha marcado. Faltan seres muy queridos, los mismos que te enseñaron la grandeza de la ciudad en fechas tan señaladas. Algo de tristeza ocupa tu mente. Pero, hombre, es Domingo de Ramos. Todo lo que somos tiene un principio. En mi caso, todo comenzó con el Amor. Aquel hombre de Cádiz que llegó hace casi cien años a Sevilla se prendó de un Cristo muerto por Amor. Y fue su fiel guardián y compañero hasta su muerte. El Amor presidió la mejor estancia de su casa sevillana. Es Domingo de flores, alegría, Paz, Estrellas, Amarguras y de mucho Amor. Por eso, cuando la tarde haya declinado y la noche haya presentado sus poderes, me acercaré a verlo pasar desde una esquina de Sevilla. Por quien me dio la vida que fue siempre devoto de este AMOR.
Foto: Iván Gómez

No hay comentarios:

Publicar un comentario