Antes, el caminante había podido disfrutar de algunas
maravillas, como el disciplinado cortejo de San Pablo; la realidad
incuestionable de una cofradía esplendorosa como la Redención, que sacó a la Virgen
del Rocío con una diadema. Cuando el agua se hizo presente, le colocaron un
plástico a la imagen del paso de misterio y otro para cubrir el manto de la
señora.
Cuando salió de la Plaza de San Francisco la de Santa
Genoveva, estaba muy claro que quedaban minutos para que comenzara la lluvia.
El Cautivo por la carrera oficial camina sin su cortejo de mujeres en penitencia,
algo que le quita un punto de su idiosincrasia a la cofradía. La hermandad del Tiro
de Línea se alojó en la Universidad. La del Polígono, en los Gitanos, mientras
que San Gonzalo se quedó en la Catedral. La jornada estaba partida y
sentenciada.
A primeras horas de la tarde, San Marta avisó que se quedaba
en San Andrés. También la Vera Cruz, Las Penas y El Museo tomaron la decisión
acertada. Solo quedó el sainete de Las Aguas, que no merece que haya
ensañamiento con su junta, pero lo que ya es inevitable es que haya quedado
señalada por su imprudencia. Cómo sería la cosa que la Hermandad le pidió
perdón a sus hermanos. Lo deberían haber hecho también para con todos los
sevillanos que llegaron a participar en el tremendo desconcierto provocado.
La tarde dio para más. El caminante pudo comprobar cómo ha
cambiado la fisonomía del nazareno de nuestros días. La mayoría de los perfiles
muestran una zona abdominal prominente cargada a modo de bolsa marsupial llena
de bocadillos, caramelos y otras especial. En la zona de los bolsillos asoman
los cuellos de botella de los envases con el agua mineral. Son imágenes muy
feas, que generalmente se aprecian en cofradías de barrios con largos
recorridos, pero que ello no las exime de un mejor comportamiento ético y
estético. Por no mencionar el desfile de tatuajes en los brazos que se dejan
ver desde hace algún tiempo. Es parte de la libertad individual, pero pienso
que estarían más bonitos si estuvieran tapados. Son cosas de la modernidad.
La Redención aceleró y entró en su templo de la calle
Santiago en tiempo récord. A las once de la noche, la del Tiro de Línea se lanzó
a la calle para volver a su barrio. Por fortuna no se mojaron. Quedan dos
Hermandades en templo ajeno que deben volver lo antes posible. Es posible que
tengamos cortejos por las calles en la mañana del Jueves Santo.
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