La Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) ha finalizado un ciclo y se prepara para una nueva etapa que ofrece muchas inquietudes a sus seguidores. El proceso de elección del nuevo director ha sido convulso. La discrepancia entre las administraciones y la postura de los músicos forzó la salida de Pedro Halffter. Con el beneplácito de algunos políticos, y de los propios músicos, se ha incorporado John Axelrod.
Halffter se marcha de la ROSS con el aplauso casi unánime de los aficionados. Así se ha podido comprobar en los dos últimos conciertos con Chaikovski y Beethoven como protagonistas. El plebiscito que significa la ovación mantenida durante largos minutos era tanto de agradecimiento como de desagravio ante lo que muchos han considerado que es un maltrato a su figura musical. Es cierto que en una salomónica decisión, Halffter seguirá en la dirección artística del Teatro de la Maestranza, pero se ha creado un clima poco favorable, como se ha podido comprobar al quedar excluido el director madrileño de toda la programación de la próxima temporada de la ROSS. Se trata de una revancha que puede incluso considerarse como una victoria pírrica para los profesores de la orquesta, aunque encierra que existe un enfrentamiento abierto entre la actual dirección de la ROSS y Halffter.
El nuevo director ha elaborado la programación de la nueva temporada. En esos casos siempre es necesario esperar los resultados. A priori, en la programación hay guiños a la música española, algo bueno, algunas obras de gran calado y otras de menos entidad. Será preciso esperar para hacer un juicio sobre esta nueva etapa. Por cierto, se mantiene un concierto en fechas tan poco indicadas como el jueves y el viernes de la Feria de Abril. Supone un grave desconocimiento de la realidad sevillana ofrecer conciertos en fechas tan señaladas. Ya sucedió en esta pasada temporada, incluso con el agravante de que ello ocurrió con conciertos muy apetecibles. En esta ocasión se proyectará una película con la música de Carmen. Es un atropello porque muchos abonados no podrán asistir. Si hubiera seriedad se les devolvería el dinero a quienes no acepten esas fechas como días de concierto.
En suma, la ROSS ha logrado un alto nivel de calidad bajo la dirección de Pedro Halffter, que no podrá seguir su labor en contra de la opinión de muchos aficionados de Sevilla. Solo queda esperar que nadie se arrepienta de ello y que la orquesta siga al mismo, o mayor, nivel. Si con Axelrod se alcanzan mejores prestaciones, los amantes de la música en Sevilla lo aplaudiremos. De momento no ha gustado que haya eliminado a su antiguo director entre los que se pongan al frente de la formación este próximo año. Es decir, que comienza con pequeñas venganzas. No es buen comienzo.
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